UGT considera positivos los datos del paro, pero insta a mejorar la calidad del empleo en 2022. Para ello, demanda a los grupos parlamentarios que apoyen el acuerdo de reforma laboral, alcanzado por los sindicatos, los empresarios y el Gobierno, para poner fin a la precariedad y temporalidad injustificadas en el mercado de trabajo. El sindicato defiende, además, que los salarios suban en consonancia con el crecimiento económico; exige que el SMI se sitúe ya, como mínimo, en 1.000 euros al mes, este año, y que el Salario Mínimo de Convenio crezca en 2022 hasta los 1.100 euros.
Los datos de paro conocidos hoy son, sin lugar a dudas, una buena noticia que confirma una vez más la efectividad de llevar a cabo políticas de impulso económico y de protección social y del empleo en momentos de adversidad económica. La actual situación de incertidumbre, producto de la difusión de la variante Ómicron del virus, demanda seguir profundizando en estas medidas a fin de que se fortalezca la actual etapa de expansión económica y sus frutos acaben redundando positivamente en el mayor número de personas posible. En este aspecto, el reciente acuerdo sobre la reforma laboral jugará un papel muy importante al situar al empleo estable y de calidad como uno de los principales pilares sobre los que apoyar la recuperación económica.
Así, el nuevo acuerdo en materia laboral elimina algunos de los aspectos más lesivos de las antiguas legislaciones, abriendo un nuevo escenario para las relaciones laborales que recupera equilibrios en la negociación colectiva y promueve la generación de empleo estable al desincentivar la temporalidad y la precariedad, principales señas de identidad de nuestro mercado laboral durante décadas. Es, sin duda, un muy buen acuerdo, que debe ahora trasladarse a la práctica diaria de contratación de las empresas y a la negociación de los convenios colectivos, impulsando de manera consensuada un mercado laboral más eficiente y justo y, como consecuencia, unas empresas más productivas y competitivas.
Igualmente, para asegurar que el acuerdo finalmente se acaba materializando en una mejora de las condiciones laborales de las personas trabajadoras, es necesario que se siga complementando con otras actuaciones. La primera, en materia salarial: la generación de empleo estable debe venir acompañada de una política salarial que se traduzca en ganancias de poder adquisitivo para las personas trabajadoras, en consonancia con la actual fase expansiva en la que se encuentra la economía. Para ello, UGT exige que el SMI se sitúe ya, como mínimo, en 1.000 euros al mes en 2022 (debe alcanzar el 60% del salario medio al final de la legislatura) y que el salario mínimo de convenio crezca este nuevo año hasta los 1.100 euros.
Datos
El Servicio Público de Empleo ha publicado hoy los datos de paro registrado del mes de diciembre, señalando una caída de 76.782 personas desempleadas respecto a noviembre. Esta nueva reducción se suma a la senda iniciada ya en marzo, acumulando diez meses consecutivos de bajadas ininterrumpidas; el periodo más largo de descenso de toda la serie histórica.
El número total de personas registradas como paradas a final de año es de 3.105.905, la cifra más baja en un mes de diciembre desde 2007. En este año, el paro registrado se ha reducido así en 782.232 personas (un -20,1%), centrándose tanto en el desempleo masculino, que cae un 22,9%, como en el femenino que lo hace un 18%. Este descenso ha sido posible observarlo para todos los sectores, siendo el sector primario el que mayor caída anual registra en términos relativos.
En relación a la creación de empleo, el número de personas afiliadas a la Seguridad Social se ha incrementado en 72.553 personas con respecto a noviembre y en 776.478 en relación a diciembre de 2020, llegando a un total de 19.842.427 cotizantes. Descontando la estacionalidad, se registran 70.814 personas más que en noviembre afiliadas a la Seguridad Social, el nivel más alto en la serie, superando en 362.613 personas el nivel pre-pandemia (febrero de 2020). Se registran así ocho meses consecutivos de subidas en los que se han generado un total de 822.802 empleos.
Los contratos registrados en diciembre se incrementan un 24,1% con respecto al mismo mes de 2020, incrementándose más la contratación indefinida (55,4%) que la temporal (21,3%). Así, se han firmado un total de 1.507.766 contratos temporales y 173.784 indefinidos, suponiendo los indefinidos tan solo un 10,3% del total de contratos realizados. De estos últimos, un 63,3% se realizaron a tiempo completo y un 27,1% a tiempo parcial. En consecuencia, se tiene que sólo 7 de cada 100 contratos firmados fueron indefinidos a tiempo completo.
Por su parte, el número de personas en ERTE continúa descendiendo, registrándose 122.672 personas a día 31 de diciembre, lo que supone una reducción de 14.156 personas en ERTE con respecto a noviembre. Por último, el número de beneficiarios de prestaciones disminuyó en noviembre un 8,4% con relación al mismo mes de 2020, suponiendo un total de 1.821.130 personas y una tasa de cobertura del 60,6% (5,5 puntos porcentuales menos que en el año anterior y 4,1 menos que la registrada antes de la pandemia, en noviembre de 2019, cuando era de 64,77%). Se trata de un dato preocupante, en tanto que el valor alcanzado por la tasa de cobertura en el mismo mes de 2010 era del 76,71%, más de 15 puntos superior al actual.